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Avistan a nuevo y pintoresco habitante de la Defensa Costera de Pilar

El pasado viernes se divisó la presencia de un ejemplar de carpincho en una de las lagunas de atenuación construidas como parte de la Fase A de la Defensa Costera de Pilar. En ese contexto, desde la contratista recordaron la importancia de respetar y admirar su presencia en dicho lugar, garantizando su seguridad.

Justamente, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), a través de los diferentes planes de gestión socioambiental, identifica los impactos potenciales que la implantación de las obras puedan causar en el ambiente, por lo que se establecen medidas y programas necesarios para reducir, mitigar o compensar los efectos sobre los medios físico, biótico y socioeconómico-cultural incidente, de manera que la construcción del proyecto y posterior operación sean ambientalmente sustentables.

El carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), es el roedor viviente de mayor tamaño y peso del mundo.

Tanto desde el MOPC, como desde el Consorcio CTC, encargado de las obras, recuerdan no molestar a la fauna que habita en la “Laguna 23”. La caza de este tipo de animales está prohibida y penada por ley.

Sobre la obra

La Defensa Costera es una obra de gran impacto social y económico para la capital del departamento de Ñeembucú. Propone dar una solución final a las inundaciones que aquejan a la población por las crecidas del río Paraguay y el arroyo Ñeembucú.

Es una estructura imponente y necesaria, que no solo proporciona mayor seguridad a la población, sino que también se erige como un monumento arquitectónico digno de admirar.

Vale mencionar que las características de la ciudad, en una zona baja, hacen que se forme una especie de laguna en cada época de crecidas, por lo cual las inundaciones no son de extrañar, como tampoco los daños y perjuicios.

La iniciativa se ejecuta en tres fases. La Fase A ya concluida y en etapa de mantenimiento incluye diques y protección de talud; dos estaciones de control con sus compuertas, bombas y generadores propios; estaciones de cierre en los arroyos San Lorenzo y Ñeembucú; mejora y mantenimiento de 13 estaciones existentes; canal de 15 km para control de las aguas excedentes de los arroyos citados, alcantarillado pluvial de la cuenca de la Terminal, zona Manufactura de Pilar y barrio San Antonio; canalización del Pa’i Zanja; playa sobre el río Paraguay y arroyo Ñeembucú; operación y mantenimiento por tres años del sistema, todo esto a cargo del Consorcio CTC.

Fases B y C, en proceso

Por su parte, las fases B y C, ya cuentan con autorización del Ejecutivo para que el Ministerio de Economía y Finanzas gestione la obtención del crédito para su ejecución.

Dichas obras consisten en: Fase B: desagüe pluvial y canalizaciones del lado norte, y sistemas de alcantarillado sanitario de toda la ciudad, con su planta de tratamientos de efluentes, y la Fase C: pavimentación de la avenida Costanera (12 km), además de un Parque lineal con iluminación y equipamiento de toda la avenida.