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Personas de buen corazón devolvieron las esperanzas de vivir a un diabético

Una historia de la realidad que sufre la población paraguaya es la que está pasando el Señor Milciades Paredes de la localidad de Ñacunday, Dpto. de Alto Paraná. Sufre de diabetes, ante la lejanía de un centro asistencial sanitario y la pobreza extrema estuvo a punto de morir, azotado de fuertes dolores y al borde de la necropsia de sus partes inferiores. Pero Dra. Nathalia Torales, el Lic. Osvaldo López, la Gobernación y la municipalidad de Ñacunday, están ofreciéndole una nueva oportunidad para seguir viviendo.

Don Milciades con su familia viven en una modesta casa situada en la compañía Toro Cua, del distrito de Ñacunday, lugares donde el Lic. López suele recorrer y escuchar las quejas de los pobladores, fue en este lugar que contactó con él la señora Abelinda, una vecina muy solidaria. Ahí fue que le comentó la agónica situación que está soportando este señor y que cambiaría totalmente su vida, ya que volvía a tener la esperanza de vivir.

Transcurrieron los días y Osvaldo transmitía estas necesidades en varias partes buscando ayuda. Posteriormente, este suplicio llegó al oído de la Dra. Nathalia Torales, quien contactó con López y se pusieron a golpear puertas.

Torales solo tenía conocimiento de que el señor Paredes solo requería de una silla de ruedas para movilizarse y ante esta situación se comunicó en forma inmediata con el gobernador de Alto Paraná, César Landy Torres, quien le prometió que le conseguiría una silla rueda, pero que en ese momento no tenían en stock. Ante la premura de la situación la Dra. Nathalia volvía a insistir, hasta que el gobernador le dijo que ya tenían su pedido y que podía pasar a retirar.

El último domingo, la Dra. Natalia, acompañada por Osvaldo López y el concejal municipal de Ñacunday Prof. Néstor Vallejo, en representación del intendente Lic. Rafael Ramírez se hicieron presentes en la Casa del señor Paredes. Sin embargo, encontraron un panorama totalmente diferente, la vida del enfermo estaba ya en peligro por el avance de la diabetes, sus piernas estaban engangrenadas.

En la ocasión además de la silla de rueda los visitantes también hicieron entregas de víveres, proveídos por la gobernación a la familia del enfermo.

La alarmante situación que atraviesa el enfermo, alertó la atención de la Dra. Nathalia, quien de inmediato conversó con las autoridades presentes para conseguir la evacuación del señor paredes a un centro asistencial para ser asistido. “En esa situación no iba soportar ni tres días”, apuntó la leguleya.

“Nada resultó fácil, porque no conseguíamos, primero una ambulancia y luego una cama para nuestro enfermo. Todo esto, pese a la buena predisposición del director del Hospital de Minga Guazú, Hugo Arca, pero no contaba con los elementos necesario para el tratamiento de nuestro enfermo. Luego hablé con el director de la Décima Región Sanitaria, el Dr. Federico Schrodel, conseguimos un lugar y el mismo profesional atendió al señor Paredes.

Recordó también el servicio de la ambulancia se logró gracias a las gestiones del concejal Néstor Vallejos y ahora mismo el enfermo ya está siguiendo su tratamiento en el Hospital regional de Ciudad del Este. Asimismo, la Dra. Torales aseguró que estas obras de beneficencia no podría concretarlas sin el acompañamiento de su pareja sentimental Juan Arévalos y su comadre Nathalia Castellano.