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La cultura paraguaya de por sí es corrupta por diversos factores

El pueblo paraguayo tiene una mentalidad corrupta porque un 90 % de la población no cuestiona a los dirigentes políticos quienes se enriquecen a costa de la misma ciudadanía, que como consecuencia se empobrece cada vez más.

La educación que implementa el Ministerio de Educación y Ciencias MEC no despierta al pueblo, debido a que en la lista de materias no se incluye la educación cívica y política.

En una de las últimas sesiones de junio del 2020, los diputados despenalizaron las declaraciones juradas falsas para que la justicia no detenga a parlamentarios, ministros, jefes de instituciones públicas, gobernadores departamentales, intendentes municipales, concejales departamentales y municipales que cometen los hechos de corrupción.

Hace años fueron imputados varios diputados, senadores, ex ministros de anteriores periodos y otras autoridades que no reciben el castigo que se merecen de parte de las autoridades judiciales porque generalmente guardan reclusión en sus casas.

La reclusión domiciliaria es un privilegio que tienen estas autoridades y las condenas efímeras que reciben son cómo una simulación o pantalla para tapar el ojo del pueblo que no observa la realidad.

Por otra parte los diputados y senadores se auto asignan elevadas sumas de dinero para sus salarios, combustibles, dietas, viajes al exterior y otros gastos aparte de sus sueldos.

También cuando el gobierno pide la licitación de empresas para desarrollar una obra, los parlamentarios votan por la empresa, cuyo propietario les ofrece más dinero para que su compañía sea elegida. En ese sentido no tienen en cuenta ni analizan la calidad de la empresa que más conviene al estado sino la cantidad de dinero que reciben de los empresarios.

Los costos de las obras también son sobrefacturados por las autoridades que por esa estrategia junto a los empresarios se apropian de millones de dólares que son cubiertos con préstamos de las multinacionales de los Estados Unidos como el Banco Interamericano de Desarrollo BID, el Fondo Monetario Internacional FMI y el Banco Mundial BM, pero la deuda no pagan.

Ante estos hechos un escaso número de paraguayos cuestionan o analizan la realidad nacional y se sienten impotentes para lograr cambios prósperos en el país porque la mayoría del pueblo no tiene mentalidad crítica y hasta califica a la corrupción como una práctica normal.

El fanatismo por los partidos políticos tradicionales como la ANR (partido colorado) y el PLRA es una táctica utilizada por los dirigentes que fanatizan a sus seguidores para

utilizarlos fácilmente y muchos afiliados se convierten en "idiotas útiles" para los corruptos, porque el fanático se enceguece y no ve nada.

La corrupción y la falta de políticas de desarrollo efectivas incide en el aumento de la pobreza del pueblo que es víctima de su propia ignorancia y es genuflexo (se arrodilla por sus necesidades) ante los poderosos manguruyúes

También para someter a los pobladores del país, los mandamases del gobierno no educan al pueblo efectivamente y la política educativa es pésima porque ni se enseña a niños y jóvenes para trabajar en algún oficio.

Sin embargo en países del primer mundo como EE.UU, Europa y algunos países de Asia como Japón, Korea, Singapur y otras naciones la educación es diferente y efectiva.

Es hora en que todas y todos los paraguayos analicemos la situación de nuestro Paraguay para sacar conclusiones y buscar cambios reales porque de lo contrario nuestro país continuará en la deriva, que significa una nación sin rumbo.

"Tenemos que despertarnos ya y no ser víctimas de nuestra propia ignorancia porque somos ingenuos o tontos, ñande vyro".

Por: Freddy César Rojas Martínez