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El Hospital Nacional siempre estuvo infestado de ratas

El Hospital Nacional de Itauguá siempre estuvo infestado de ratas, pero de grandes ratas y no de estas lauchitas que estaban en una construcción abandonada. En primer lugar están los sindicalistas que hacen lo que se les antoja, y se llevan los más jugosos salarios para callar los grandes robos que cometen las altas autoridades. Ahora ABC Color salta por los aires por obtener la imagen de un gato comiendo una lauchita.

Además de los sindicalistas las peores ratas que están en el Hospital Nacional son los doctores y hasta las enfermeras, que consideran al nosocomio como refugio de sus desencantos y donde desparraman sus iras maltratando a los pacientes. Y no vengan ahora los exdirectores y directoras a que querer culpar a las actuales autoridades de la calamitosa situación que atraviesa el centro asistencial.

Ellos son los principales responsables, porque se chuparon todos los recursos que tendrían que ser destinado al mantenimiento del hospital. Para comprobar la veracidad de nuestra opinión bastaría que la Contraloría General de la República observe cuantos autos de lujos tienen en su casa, también sus casas de veraneo y hurgar en sus cuentas bancarias, ahí va a encontrar los cementos, ladrillos, hierros y costo de mano de obras.

Otros hechos que se debería investigar son los remedios que piden los cirujanos para hacer las intervenciones. Exigen una exuberante cantidad, sobre todo, algunas veces se les entrega a los pacientes que normalmente dejan en el lugar de internación porque ya no le sirve para nada, pero desaparecen por “arte de magia”.

Además el hospital es uno de las principales agencias de empleo de los seccionaleros planilleros. Aunque el actual director tendrá también su cuota de responsabilidad en todo lo que está sucediendo, él ya recibió el hospital en la calamitosa situación en que se encuentra.

El presidente de la República, Santiago Peña, si quiere realmente un Hospital de referencia en donde la población de escasos recursos encuentre solución a sus problemas de salud y no usarlo como un lugar de lamentos, no solo debe preocuparse de las lauchitas sino de las grandes ratas que se chupan todos los recursos de este nosocomio.