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Justicieros de los pomelos

Es lamentable la prostitución de la justicia en nuestro país empezando por la fiscalía, a cargo de la Dra. Sandra Quiñonez y siguiendo con el Poder Judicial a cargo del Dr. Alberto Joaquín Martínez Simón. Los políticos hacen lo que quieren con los recursos públicos y cada día se vuelven más millonarios, mientras una persona que roba unos pomelos es castigado con todo el peso de la ley.

En ese sentido en el mes de julio pasado un vendedor ambulante fue enviado directamente a la cárcel de Tacumbú por intentar hurtar pomelos de una vivienda. El hombre fue imputado por tentativa de hurto agravado y violación de la cuarentena sanitaria.

El Tribunal de Apelación, integrado por los jueces Agustín Lovera Cañete, Cristóbal Sánchez y José Waldir Servín, ratificó la prisión del vendedor Armando David Kemal Alvarenga (40) por intentar hurtar pomelos de una vivienda en la zona de Trinidad de Asunción.

El ciudadano fue imputado por la fiscal Carina Senón por tentativa de hurto y violación de la cuarentena sanitaria. El juez penal de Garantías Yoan Paul López fue quien decretó su prisión preventiva. La defensora pública, Blanca Ramírez, solicitó la suspensión condicional del procedimiento debido a que el caso es considerado como hecho bagatelario.

De acuerdo a la imputación del Ministerio Público, el hombre reconoció que ingresó a la vivienda para llevarse pomelos. Tenía consigo un gancho y una mochila. “Extraje del árbol algunas frutas y metí en mi mochila, pero cuando me vio el dueño de la casa, habrá pensado que quería robar, por lo que me retiré del lugar”, dijo el procesado.

En su resolución los magistrados esgrimieron que consideraban mantener la medida cautelar de prisión preventiva porque “sigue latente el peligro de fuga y de obstrucción de la investigación”.

Mientras tanto varios políticos por citar algunos como el senador colorado cartista, Javier Sacarías Irún, quien está acusado por hechos de corrupción y los diputados Añeteté, Rodolfo Friedmann y Ever Noguera imputados por supuestamente robar el vaso de leche a los niños de Guairá no fueron llevados ni a la comisaría. Además la lista de políticos quienes fueron acusados por corrupción es bastante larga.

La nominación de Sandra Quinonez como Fiscal General del Estado, generó una gran expectativa en la población paraguaya. Sin embargo, hasta ahora resultó toda una decepción observando su actuación frente a la institución, todo se deduce a simple sumisión al poder de los políticos.

La fiscal Sandra Quiñónez, la primera mujer paraguaya fiscal general del Estado, cuando tomó posesión de su cargo en la sede del Ministerio Público, se comprometió a llevar la transparencia a la institución, cuestionada tras la investigación abierta a su predecesor, Javier Díaz Verón.

"No vamos a tolerar hechos de corrupción, ni prácticas torcidas del pasado. El Ministerio Público debe estar a la altura de la circunstancia, con las tecnologías necesarias para su implementación", había dicho Quiñónez. Ahora, los resultados están a la vista, los políticos corruptos se ríen de la justicia y de toda la población.

Por su parte, el Dr. Alberto Joaquín Martínez Simón al asumir la presidencia de la Corte prometió impulsar una ley antichicanas para reducir la mora judicial, pero aparentemente sus palabras fueron llevadas por el viento, porque ésta sucia práctica sigue gozando de buena salud y más que nunca puesta en práctica.

Había destacado que proseguirá la digitalización de los procesos, con la línea de la eficiencia y la transparencia y hacer todo el esfuerzo posible por revertir la imagen negativa del Poder Judicial. Sin embargo, cuando se trata caso de un político, está imagen queda intacta.

¿Será que para estos representantes de la justicia son más importantes los pomelos o resguardar los bienes públicos?. Las últimas palabras están en manos de Quiñonez y Martínez Simón, quienes deberían de haber estudiados Ingeniería Agronómica ya que están más interesados en preservar unas cuantas frutas de pomelos que impartir justicia a los políticos.