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La gente prefiere comer, no taparse la boca y morir de hambre

Es irónica como el titular del Ministerio de Salud Pública, el Dr. Carlos Mazzoleni, maneja la situación de la pandemia contra el Coronavirus o Covid-19, mientras la mayor parte del país está envuelta en la miseria, porque no puede trabajar por la imposición de medidas restrictiva, amenaza nuevamente con volver a la cuarentena total. También, sugestivamente se denomina capitán, pero así como van las cosas él como capitán debería de hundirse con su barco, pero en este caso, dejará que a las personas que si no mueren por la enfermedad, perezcan de hambre.

Desde que empezó el problema del Covid-19 en nuestro país, el pasado 12 de marzo, no hizo más que implementar fuertes medidas contra toda la población, pero poco o nada le importó que pase necesidades. Los hasta burlescos programas que implementaron (Ñangarekó y Pytyvo) , no sirvieron para nada, ambos resultaron toda una miseria, porque solamente en las cabezas de Mazzoleni y Marito (Mario Abdo Benítez), puede entrar que se puede vivir con 1.096.000 durante tres meses. 

Además todas las licitaciones realizadas para combatir al virus resultaron todo un fracaso y se convirtieron en grandes negociados. En estos tiempos el Capitán del barco, no se preocupó del estomago de la población sino de defender el claque corrupto que se formó en el ministerio de Salud para saquear todos los millones de dólares que consiguió el gobierno para combatir al Covid-19, que por cierto hasta el momento, aparentemente, se utilizó una ínfima suma de los millonarios préstamos ya que también fueron recibidas millonarias donaciones.

Mazzoleni se queja porque la gente no utiliza tapabocas, pero se olvida que eso también tiene su costo y la población prefiere comer y no taparse la boca. En todo caso el ministerio a su cargo, para exigir este uso, debería de implementar la entrega gratuita en diferentes puntos, así ya no habría excusas para no utilizarla.

Es muy fácil decirle a la gente "Quedate en casa", pero con la miserable ayuda que brinda el gobierno, puede hacerse como máximo 15 días.

Otros cirquero y charlatán es el ministro del Interior, Euclides Acevedo, quien cree que con grosería, garrote y el mbarete va a doblegar a la gente, por suerte hasta el momento se comportó como civilizada y respetó todas las disposiciones. Mientras él hace sus fanfarronería, sus dirigidos hacen lo que quieren, atropellan, garrotean y hasta balean a familia entera sin piedad.

Además según las denuncias, los policías conjuntamente con los militares, convirtieron la pandemia en un gran negociado y al Paraguay en un caldo ideal para la propagación del Covid-19. Los detractores afirman que en las Fronteras con Brasil y Argentina, las personas con pagar un poco a los uniformados pueden entrar como "Juan" en su casa al territorio nacional.

El titular del ministerio de Salud, quien comanda todo el tema del combate al Covid-19, no solamente debe tratar de solucionar el problema implementando rigurosas restricciones que afectan a la ciudadanía, sino también pensar que podrían estar pasando hambre en sus casas. También el ministro del Interior y el ministro de Defensa deberían de velar que el Decreto presidencial sea respetado en las fronteras y habla del cierre total, y no que los uniformados estén haciendo sus negocios poniendo en peligro a todo el Paraguay.

El Capitán debe hundirse con el barco y no dejar que el barco se hunda y él salga airoso. Es normal que las personas mueran a causa de alguna enfermedad, pero sería vergonzosa que lo haga por el hambre.